No te quedes solo con el milagro.

Texto: Marcos 5:17-19

Introducción:

El relato del endemoniado gadareno nos muestra dos reacciones opuestas frente a Jesús:

• Los habitantes de Gadara prefirieron rechazar al Maestro, aferrados a sus bienes materiales.

• El hombre liberado, en cambio, anhelaba permanecer con Cristo y obedecer su voz.

Esto nos confronta con una pregunta crucial: ¿somos de los que buscan a Jesús por lo que nos da o por quién Él es?

1. El rechazo de los gadarenos: un corazón que prefiere lo temporal

“Y comenzaron a rogarle que se fuera de sus contornos.” (v.17)

a) Prefirieron sus cerdos antes que al Salvador

• Los milagros de Cristo incomodan al mundo porque afectan su comodidad y economía.

• Cuando Jesús llega, confronta nuestras prioridades: ¿qué vale más, el negocio o la salvación?

b) Una fe superficial que no soporta el costo

• Rechazaron a Cristo porque no estaban dispuestos a rendirse a Él.

• Muchos hoy prefieren seguir en sus “cerdos modernos”: vicios, placeres o riquezas.

2. El deseo del gadareno: un corazón que anhela al Señor

“El que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar con él.” (v.18)

a) No se conformó con el milagro, sino que buscó al Dador

• No basta con recibir bendiciones; hay que buscar al Bendecidor.

• Como los diez leprosos, muchos reciben sanidad, pero solo pocos regresan a agradecer.

b) Un corazón transformado quiere comunión con Cristo

• El gadareno entendió que su verdadera vida estaba al lado del Maestro.

• El verdadero convertido no busca lo que Cristo le da, sino estar en Su presencia.

3. La misión encomendada: un corazón que testifica de Cristo

“Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo.” (v.19)

a) El primer campo misionero es nuestro hogar

• Antes de predicar en plazas y púlpitos, debemos testificar en la familia.

• La fe genuina se ve en la vida cotidiana: en casa, en el trabajo, en el barrio.

b) Testificar abre puertas para que otros reciban a Cristo

• Cuando Jesús volvió a Gadara, ya no lo rechazaron; lo recibieron.

• El testimonio del gadareno preparó corazones para la salvación.

Conclusión:

Amados, este pasaje nos enseña tres cosas poderosas:

1. Muchos rechazan a Cristo por amor al mundo.

2. El verdadero creyente anhela más que un milagro: anhela al Maestro.

3. Dios nos deja en la tierra con una misión: testificar de lo que Él ha hecho en nosotros.

La pregunta final es: ¿qué tipo de creyente eres tú?

• ¿Eres como los gadarenos, que prefirieron sus cerdos y rechazaron a Jesús?

• ¿O como el gadareno liberado, que obedeció, testificó y fue instrumento de salvación?

Recordemos: tener un milagro es bueno, pero tener a Cristo lo es todo.